En los últimos años el tema de Balance Social ha adquirido notoria relevancia y a pesar de que es un tema totalmente inherente a las cooperativas, son las empresas privadas quienes mejor han sabido implementarlo y ahora, en tiempos de COVID19 es importante para las cooperativas profundizar en este tema.

La Real Academia Española (RAE) reconoce varias acepciones del término balance y en nuestro caso nos interesa su significado como la comparación entre diferentes factores o circunstancias para evaluar el desarrollo o el resultado de algo.
Por su parte, el término social, se refiere a elementos que están vinculados a la sociedad, es decir a una comunidad de personas que tienen intereses en común y que interactúan entre ellas para satisfacer sus diversas necesidades.
Es importante mencionar que estos dos términos tienen alto impacto en las cooperativas, porque por un lado están integradas por personas que buscan satisfacer necesidades comúnes y por otro lado realizan actividades concretas y medibles que involucran bienetar social, en este marco, la idea de balance social, hace referencia al registro de las actividades de una cooperativa vinculadas a la comunidad donde se encuentra inserta; dicho de otro modo, el balance social detalla los costos y los beneficios que provoca la actividad de una empresa en una sociedad, en nuestro caso, obviamente, las cooperativas.
Gracias a este tipo de balance, es posible analizar si una cooperativa ha cumplido con su responsabilidad social en un cierto periodo; el balance social debe incluir tanto los resultados positivos como aquellos negativos que se desprenden de las actividades de la entidad; esto es importante porque si bien la cooperativa se dedica, en nuestro caso, a actividadades financieros, tanto los mecanismos de ahorro y como de préstamo deben tener un impacto positivo en la sociedad, es decir, no se trata solo de endeudar a las personas.
Entre los resultados positivos que una cooperativa puede mencionar en su balance social, se encuentran la creación de empleos, la generación de riqueza y las donaciones a la comunidad (por ejemplo, financiando el mantenimiento de un parque o de otro espacio público). También deben contarse en este marco aquellas medidas que colaboren con el descenso de los costos sociales que generan las demás empresas financieras, aunque se trate de un beneficio menos directo.
Los costos sociales, pueden ser la contaminación ambiental (tanto del agua como del aire), la contaminación acústica y visual, los conflictos sociales (como son las huelgas), los accidentes de trabajo, la explotación excesiva de los recursos naturales (algo que en esta era se asocia con el concepto de desarrollo no sostenible), las enfermedades profesionales, los trastornos psicológicos a causa de la actividad laboral, el estrés, las consecuencias propias del desempleo (donde encontramos el descenso de autoestima y los gastos para cubrir los subsidios) y las dificultades que las condiciones laborales puedan imponer a los trabajadores para desarrollar sus vidas de manera normal, entre muchos otros.
Como podemos apreciar, el balance social es un concepto muy amplio, de una inmensa complejidad, tanto por la cantidad de situaciones que se encuentran asociadas a él como por el impacto que éstas pueden generar en la vida de una sociedad. No podemos subestimar el problema de la contaminación ambiental ni el fenómeno del desempleo masivo, así como tampoco las mejoras que pueden acarrear ciertas inversiones económicas para ampliar o mejorar las instalaciones de una ciudad.

El balance social comienza en la vida de cada individuo, antes de llegar a la adultez y mucho antes de realiizar actividades productivas. Las consecuencias de nuestros actos son muy importantes, aunque no siempre aprendamos a evaluarlas antes de dar un paso; cuando decimos una frase que resulta hiriente para otra persona, o cuando tiramos basura en la vía pública por negarnos a llevarla al contenedor más cercano demostramos que nos hemos dejado pendiente una materia fundamental de la vida en sociedad.
A menudo las empresas intentan generar beneficios sociales para mejorar su imagen, y esto no siempre es bienvenido por la comunidad; sin embargo, desde otro punto de vista podríamos decir que es preferible esta actitud vanidosa e interesada a la total ausencia de preocupación por el balance social. Como siempre, la situación ideal se encuentra a mitad de camino, en el compromiso genuino por respetar los derechos y la necesidades de los demás, pero no es muy común.
Es habitual que las cooperativas realicen balances sociales para evaluar si sus acciones están en sintonía con los principios y los valores de este tipo de organizaciones. En este caso se habla de balance social cooperativo.
Herramienta de Responsabilidad Social
La sociedad hoy día demanda mayor responsabilidad por parte de las empresas para la solución de sus problemas. El concepto de responsabilidad social ha evolucionado en la misma medida en que la empresa se ha comprometido con su entorno para mejorar lascondiciones de los stakeholders (grupos de interés) y su medio ambiente; el balance social es una herramienta que permite evaluar el compromiso de la cooperativa y, a la vez, establecer las metas de acuerdo a su desempeño.
El objetivo del presente trabajo es previa revisión bibliográfica, describirde manera concreta y sucinta el concepto de ética empresarial a partir de la responsabilidadsocial empresarial y el balance social.
Las cooperativas tienen origen en la necesidad que tienen las personas de satisfacer sus necesidades individuales y grupales, como solución la cooperativa aporta valor agregado, que se da a los bienes y servicios, como consecuencia de su transformación para la satisfacción de las necesidades, Dicha transformación ha ido evolucionando desde el nacimiento de la cooperativa y en la actualidad los cambios del entorno cada día son más vertiginosos, debido entre otras cosas, al avance de la tecnología, así como la aparición de nuevas formas de realizar el trabajo.
La organización como sistema, se define de acuerdo con el Diccionario de la real Academia Española como una “asociación de personas regulada por un conjunto de normas en función de determinados fines”. En ese sentido se puede establecer que todas las organizaciones están compuestas de personas y que de acuerdo a sus actividades, funciones y fines, se coordinarán todos los esfuerzos comunes para alcanzar la satisfacción de sus necesidades.
Sin embargo, además de los individuos, las organizaciones requieren de ciertos recursos para realizar sus operaciones, por eso una organización es “una colección de activos físicos bajo un contrato propiedad común”; esta definición tiene el problema de olvidarse de los proveedores de otros activos e inversores que son también importantes para la empresa; de lo anterior, se puede deducir entonces que la organización emplea un conjunto de elementos e individuos diferenciados para realizar sus transacciones y, de esa manera, con base a los objetivos, se diseñan las estrategias a partir de los recursos disponibles para alcanzar los mismos, los cuales deberían ser formulados de manera ética.
Ahora bien, ¿qué es la ética? y ¿cómo se relaciona ésta con la empresa? Para responder a la primera pregunta, la ética es “un tipo de saber de los que pretende orientar la acción humana en un sentido racional; es decir, pretende que obremos racionalmente”. De lo anterior, se desprende el aspecto práctico del saber ético, es decir, la forma en cómo deben actuar las personas y, para ello es necesario tomar decisiones prudentes y acertadas.
Estos elementos conceptuales con importantes para la cooperativa, porque a través de sus acciones no sólo se hacen cosas, sino que además la cooperativa “se hace” a si misma al aplicar elementos doctrinarios y filosóficos que le dan sentido a la actividad realizada; hay una serie de resultados de las acciones realizadas que van esculpiendo la identidad institucional, y que convierte a cada cooperativa en una empresa diferente.
En el caso de la segunda interrogante, si las organizaciones están conformadas por personas es evidente que éstas adquieren algunos hábitos y. por ende el carácter del colectivo, pero orientado al logro de su meta, la cual debería tener un fin social, entendido éste como la elaboración de bienes o prestación de servicios que legitima su existencia en la sociedad.
Por otra parte, la ética de la empresa es una parte de la ética aplicada, la cual tiene por objeto “aplicar los resultados obtenidos en la parte de fundamentación a los distintos ámbitos de la vida social”, siendo ésta una de las funciones de la ética como filosofía moral.
La Responsabilidad Social Empresarial
La Responsabilidad Social Empresarial es: una forma de gestión que se define por la relación ética de la cooperativa con todos los públicos con los cuales ella se relaciona, y por el establecimiento de metas empresariales compatibles con el desarrollo sostenible de la sociedad; preservando recursos ambientales y culturales para las generaciones futuras, respetando la diversidad y promoviendo la reducción de las desigualdades sociales”
Debe ser entendida como un compromiso moral de la cooperativa en la construcción de una mejor sociedad o como decían en México los fundadores del cooperativismo, en búsqueda de una sociedad más justa y fraterna, esto implica que las cooperativas integren criterios de responsabilidad social en sus propias operaciones.
La definición anterior toma en cuenta el entorno donde se desenvuelve la cooperativa, así como a las personas que de manera directa o indirecta se ven afectadas por sus operaciones, lo que se denomina bajo el nombre de stakeholders o grupos de interés, término desarrollado por la Universidad de Stanford y que ha ido adquiriendo importancia en el tiempo, tanto así que en la gestión de Proyectos se considera como un área de conocimiento.
Sin embargo, no siempre la responsabilidad social empresarial fue vista en la manera como la organización afecta a su entorno, sino que existen posturas donde se considera que la responsabilidad social de los negocios es aumentar sus utilidades o excedentes, en el caso de las cooperativas.
Estas posturas son explicadas como el punto de vista clásico o tradicional y, el punto de vista socioeconómico. El primero, sostiene que las empresas son responsables frente a sus propietarios, y su principal preocupación es maximizar sus ganancias o lograr mayor eficiencia en la prestación de un servicio. El segundo punto de vista, afirma que el objetivo de la empresa es asegurar su supervivencia además de obtener rentabilidad en el largo plazo y, para lograrlo, debe actuar de un modo eficiente y eficaz, y asumir determinadas obligaciones sociales tanto en su ámbito interno como externo y los costos que ellas acarrean, por lo que si esta conducta se generalizara, redundaría en beneficio de cada empresa, pues participaría en un sistema social más justo y equitativo, con responsabilidades sociales compartidaspor los distintos agentes que la componen.
En la actualidad la responsabilidad social no se debe limitar a lo que debería hacer la organización por sus empleados, sino que asuma su responsabilidad en los problemas sociales sobre la base de las consecuencias de sus actividades, es decir, hay que considerar las influencias sociales sobre las cuales se tiene obligación y, con respecto a su actuación, debe buscar la solución satisfactoria a sus afectaciones. Además, señala que la organización no siempre puede resolver los problemas sociales, debido a que estos son disfunciones de la sociedad que no son competencia de la empresa sino del Estado y, que no siempre pueden resolverse de forma satisfactoria. de esta manera, se amplía el concepto de responsabilidad social empresarial, incorporando los conceptos de influencias sociales, consecuencias de la actividad de la organización y los problemas sociales, delimitando a lo que es competencia de la organización.
Cuatro componentes de la responsabilidad social
- El primer componente: es fundamental para toda actividad empresarial, es la responsabilidad legal, que conlleva al cumplimiento de todas las leyes y regulaciones del gobierno. Es mediante el sistema legal que la sociedad obliga a las empresas a seguir una conducta aceptable. Este componente identifica la parte ética que está codificada.
- El segundo componente: es el correspondiente a la responsabilidad ética, que obliga a las empresas a cumplir con un comportamiento aceptable hacia los stakeholders, es decir, hacer lo correcto, lo justo y lo equitativo más allá de lo que la ley requiere.
- El tercer componente: es la responsabilidad económica y se relaciona con la forma en que están distribuidos en la sociedad los recursos para la producción de bienes y servicios a fin de maximizar la riqueza de los stakeholders.
- El cuarto componente: se refiere la responsabilidad filantrópica, es decir, a las contribuciones de las empresas a la calidad de vida y al bienestar de la comunidad en la que operan.
A partir de esto surgen ciertas interrogantes: ¿la responsabilidad Social Empresarial nace con el objeto de cumplir las leyes o como una manera de retribuir a la sociedad los beneficios obtenidos? ¿La misma basta sólo con el cumplimiento de la ley o realizar donaciones filantrópicas? ¿Basta con los beneficios laborales de la empresa para con sus trabajadores para ser socialmente responsables? ¿Se puede medir el cumplimiento de la Responsabilidad Social Empresarial? A las tres primeras interrogantes se puede dar respuesta mediante el concepto moderno de responsabilidad social, el cual se enmarca en un proceso de toma de conciencia de:
- La eliminación de las distancias entre la acción social del Estado y la de las empresas, debido a la evidente insuficiencia del Estado para resolver los urgentes problemas sociales actuales.
- La nueva conciencia empresarial de la necesidad de ir más allá del cumplimiento de sus deberes laborales, para involucrarse en un compromiso ético con una multiplicidad de actores, contribuyendo a la solución de diversos problemas sociales, tanto en el ámbito interno de la empresa como en el de su entorno comunitario y social.
- La necesidad de incorporar mejoras en materia de beneficios sociales para los trabajadores y socios, producto de las negociaciones colectivas.
- La importancia de responder a las expectativas que sobre ella tiene la sociedad otorgando una legitimidad a la acción empresarial.
- Con relación a la última interrogante, esto es posible a través de la elaboración del balance Social, el cual se explica a continuación.
El Balance Social
El balance Social también es conocido como Estado de Responsabilidad Social, Memorias de Sostenibilidad e Indicadores de Responsabilidad Social; se puede definir como el estado que permite conocer de manera sistemática las acciones de responsabilidad social de la cooperativa, midiéndola cualitativa y cuantitativamente de forma permanente y sistemática, para identificar los programas que favorezcan el desarrollo efectivo de la acción social e informar a los agentes internos y externos, sobre el desempeño social de la organización durante un período determinado.
Los resultados de éste balance no necesariamente deberán ser cuantitativos y que permitan evaluar el desempeño de la cooperativa en términos de responsabilidad social, además, los usuarios de la información suministrada son los clientes internos y externos. Por otro lado, hay que considera que es una herramienta de Auditoría Social porque mide la gestión social de cualquier cooperativa.
Existen diversos criterios para clasificar los modelos de balance social, por ejemplo
- Según el destinatario (balances sociales internos; externos y mixtos)
- Según su utilidad o finalidad (instrumentos de relaciones públicas; de información empresarial y de gestión social integrada)
- Según quienes lo elaboran (balances sociales unilaterales; con participación parcial y multilaterales)
- Según la obligatoriedad legal (balances sociales obligados por ley y voluntarios)
- Según el sector al que pertenece el ente (balances sociales públicos y privados)
- Según la cantidad de unidades de medidas empleadas (unidimensionales o multidimensionales)
- Según la objetividad de sus mediciones (modelos cuantitativos o cualitativos)
- Según su acercamiento a los modelos propuestos por la contabilidad tradicional (contables y no contables).
Igualmente, existen varias propuestas que permiten identificar los aspectos que deberían ser contemplados por las empresas al momento de evaluar su desempeño en lo que corresponde a su responsabilidad social, algunos modelos son los siguientes:
- OCDE Guidelines: elaboradas en 1976 por los países miembros de la OCDE, y para el 2000 se elaboró la última versión en la que se adhirieron sus 29 países miembros demás de Argentina, brasil, Chile y república Eslovaca. Su observancia por parte de las empresas es voluntaria y no existen medios para obligarlas cumplir las normas allí estipuladas.
- La Caux Round Table: fundada en 1986 por el entonces presidente de Phillips Electronics, Frederik Phillips y, el vicepresidente de INSEAD Oliver Giscard. En 1994 elaboraron sus principios para las empresas que al año siguiente fueron presentados a la Cumbre Mundial sobre desarrollo Social de las naciones unidas. Se orienta por dos ideales éticos principales: la dignidad humana y el kyosei (vivir y trabajar juntos para el bien de todos). Los siete principios generales enunciados son:
- La responsabilidad social de las empresas más allá de los accionistas, hacia todas las personas involucradas en los negocios (stakeholders)
- El impacto social y económico de las empresas hacia la innovación, la justicia y una comunidad mundial
- La conducta de las empresas más de la letra de la ley, hacia un espíritu de confianza
- Respeto por las reglas (nacionales e internacionales)
- Apoyo comercial multilateral
- Respeto por el medio ambiente
- Prevención de operaciones ilícitas.
- Global Compact: propuesta en 1999 por el secretario de la ONU pero formalmente realizado en 2000 en su sede. no es un instrumento regulatorio, ni código de conducta obligatorio, ni un foro para las empresas. Su adhesión queda expresada en la adopción de acciones corporativas que demuestren apoyo a los valores esenciales enunciados en:
- Derechos humanos (apoyar y respetar la protección de derechos humanos internacionales; asegurar que sus corporaciones no sean cómplices en abusos de derechos humanos)
- Estándares laborales (apoyar la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva; procurar la eliminación de toda forma de trabajo compulsivo o forzado; procurar la abolición efectiva del trabajo infantil; favorecer la eliminación de toda discriminación en relación con el empleo y la ocupación)
- Medio ambiente (apoyar un enfoque preventivo en los desafíos ambientales, adoptar iniciativas para promover una mayor responsabilidad ambiental; estimular el desarrollo y difusión de tecnologías amigables en relación con el ambiente).
- Global Sullivan Principles: iniciaron en 1999 por iniciativa de León Sullivan inspirado en Sullivan Principles que fijaban normas para las empresas que realizaban negocios con Sudáfrica. Su adhesión es de forma pública a los principios con el compromiso de integrarlos a sus operaciones.
- Social Accountability 8000 (SA 8000): Comienza en 1998 y es un tipo de certificado modelado de acuerdo con el ISO 9000 e iSO 14000, procurando controlar las condiciones laborales en operaciones manufactureras globales a nivel de planta.
- Normas ISO 14000 y 26000: dictadas por la Organización internacional de Estandarización.
- Global Reporting Initiative: La iniciativa fue concebida por la Coalition Environmentally responsible Economies (CERES) en 1997. Su misión es crear las condiciones para el intercambio de información transparente y confiable relativa a la sostenibilidad mediante el desarrollo y la mejora continua del marco para la elaboración de memorias de sostenibilidad. Aborda los principios de elaboración de memorias relativos a la materialidad, la participación de los grupos de interés, el contexto de sostenibilidad y la exhaustividad, junto con una serie de comprobaciones para cada principio.
La aplicación de estos principios y los contenidos básicos determina los asuntos y los indicadores sobre los que se ha de informar. Asimismo se incluyen los principios de equilibrio, comparabilidad, precisión, periodicidad, fiabilidad y calidad. El contenido básico incluido en las memorias está referido a:
- Perfil de la organización, sus estrategias y sus prácticas de gobierno corporativo
- Enfoque de la dirección en la que se informa sobre el estilo de gestión y permite analizar y comprender el comportamiento de la organización
- Indicadores de desempeño que suministran información comparable referida al diseño económico, ambiental y social de la organización, además de las prácticas laborales y ética del trabajo, derechos humanos, sociedad y responsabilidad sobre productos.
En términos generales, las alternativas para la elaboración del balance Social de la cooperativa, permiten medir de una u otra forma el cumplimiento de la sociedad de su responsabilidad con su entorno, no solo ambiental, sino con los demás grupos de interés, siendo en algunos casos de manera voluntaria
En mayo 2020, la pandemia que está viviendo todo el mundo, ha causado que el concepto de responsabilidad social empresarial para las cooperativas vaya mucho más allá del simple cumplimiento de la ley, donaciones filantrópicas o cuidado del medio ambiente; el concepto actual representa un reto para el cooperativismo, pues las cooperativas deberán velar por su cumplimiento, no por razones de estrategia de posicionamiento en el mercado, sino como responsabilidad para con los stakeholders y la sociedad, la cual demanda un mayor compromiso para su legitimación desde el punto de vista ético.
A pesar de esta necesidad de la organización por legitimarse, existen perspectivas diferenciadas respecto hasta dónde debe llegar la responsabilidad de la cooperativa, sólo con la oferta de bienes y prestación de servicios o participar activamente en la solución de los problemas sociales.
El balance social representa una herramienta que permite medir y auditar el cumplimiento de la responsabilidad social de la empresa. Los usuarios de la información aportada por este balance son los clientes internos y externos de la organización. Su elaboración no debería responder a la necesidad de mostrar a la sociedad cifras cualitativas y cuantitativas de cumplimiento como una estrategia de marketing, sino para conocer la situación de la empresa con relación a sus responsabilidades y buscar la manera de alcanzar sus metas sociales.
Si desea profundizar en este tema puede enviar un correo a direccion@avancoop.org e informarse acerca de las herramientas, metodologías, tecnología y marco conceptual que AVANCOOP pone al alcance de su cooperativa.
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